La Flecha del Tiempo: Enfrentando la Realidad
El Declive de las Civilizaciones en Diez Generaciones
Hay muchos grandes textos sobre el patrón del colapso. Elegí exponer el trabajo de Sir John Glubb porque al leer su obra, las descripciones de los comportamientos humanos específicos que nuestra especie siempre exhibe a través del ascenso y la caída de las civilizaciones me tenían completamente sorprendida. Y es probable que aún me asombre mientras leo sus descripciones y las comparto con otros.
Glubb estudió trece imperios en Medio Oriente, Asia y Europa (donde sirvió como comandante militar), desde Asiria en 859 AEC hasta la Gran Bretaña moderna de 1950. Los patrones del ocaso y la caída de estas superpotencias son sorprendentemente claros. No importa dónde estuvieran o qué tecnología tuvieran o cómo ejercían el poder, todos declinaron en las mismas etapas y siempre tomó diez generaciones, unos 250 años. La lógica de esto es muy clara: cada generación madura en mejores circunstancias socioeconómicas creadas por la generación anterior; así, siempre hay una marcha hacia el materialismo creciente. En cada generación, los jóvenes tendrán mayores expectativas de confort que sus padres. Las mejores condiciones materiales crean cambios de actitud que inciden en aún mayores cambios materiales; y, predeciblemente, debido a su riqueza y a la erosión de la moralidad, la civilización camina hacia la decadencia.
Estas son las seis edades de Glubb, tal como están delineadas en The Fate of Empires [El Destino de los Imperios]… Espero que las explores, son fascinantes, inquietantes y convincentes. Al leer estas breves descripciones, hay que tomar en cuenta que describen a todas las civilizaciones humanas, aunque se lean como un relato exacto de nuestros tiempos. Esto fue publicado en 1976.
1. La Era de los Pioneros. Sin miedo, valientes y sin restricciones, los invasores sorprenden con sus ataques a la civilización dominante. Tienen fuertes virtudes de propósito compartido, honor y un estricto código moral.
2. La Era de la Conquista. Usando acciones militares más sofisticadas y disciplinadas (aprendidas de la civilización que están conquistando), toman el control. A menudo hay un fuerte imperativo religioso en su conquista: están haciendo el trabajo de su Dios.
3. La Era del Comercio. Con un fuerte ejército para proteger las fronteras, los exploradores se embarcan en la búsqueda de creación de riqueza, buscando nuevas empresas en la medida de lo posible. Los valores de honor y gloria dan paso a valores de lucro y riqueza personal. Los ricos construyen palacios,ferrocarriles, hoteles, redes de comunicación, dependiendo del contexto cultural.
4. La Era de la Abundancia. La ética del servicio desaparece y el egoísmo se hace cargo. La educación cambia del aprendizaje a la obtención de calificaciones para empleos bien remunerados. Los jóvenes y ambiciosos buscan riqueza, no honor ni servicio.
5. La Era del Intelecto. Las artes y el conocimiento florecen en medio del ocaso. Los intelectuales son frecuentes y se empeñan en dar charlas interminables como un sustituto de la acción. La nueva creencia es que los problemas pueden ser resueltos por astucia mental en vez de por servicio desinteresado y coraje. Las ciencias naturales avanzan pero no impiden el declive. Los conflictos civiles aumentan incluso cuando el imperio está bajo una grave amenaza. En lugar de unirse para preservar la nación, las facciones políticas internas tratan de destruirse mutuamente.
6. La Era de la Decadencia. La riqueza y el poder han llevado a comportamientos mezquinos y negativos, que incluyen narcisismo, consumismo, materialismo, nihilismo, fanatismo y altos niveles de frivolidad. Una cultura de la celebridad que adora atletas, actores y cantantes. Las masas son distraídas con entretenimientos y eventos deportivos, abandonan el control moral, evitan los deberes e insisten en los derechos. Los líderes creen que son inaccesibles y que gobernarán para siempre. Esta Era también desarrolla el estado de bienestar, ya que los líderes imperiales generosamente construyen universidades y hospitales, otorgan becas a estudiantes universitarios, apoyan a los jóvenes y a los pobres, y extienden la ciudadanía a todos. Cuando se les acaba el dinero, toda esta benevolencia desaparece y estas instituciones cierran sus puertas.
Fuente: Margaret Wheatley (2017). Who Do We Choose To Be? Facing Reality –
Claiming Leadership – Restoring Sanity. [¿Quiénes elegimos ser? Enfrentando la
realidad – Reclamando el liderazgo – Restaurando la cordura] Oakland, Berrett-Koehler
Publishers, p. 34-36
Traducción: Joerg Elbers y Viviana Baptista