Este artículo analiza el papel de los movimientos sociales en las disputas sobre los sentidos del desarrollo en América Latina y Caribe, con foco en las luchas contra el extractivismo.
La pandemia del coronavirus ha hecho tambalear en Alemania lo que eran dogmas para los conservadores y en Holanda un total de 170 académicos avalan una propuesta de un nuevo modelo económico pospandemia COVID-19 que en cinco puntos define un golpe de timón para aprender de lo vivido y evitar futuras enfermedades COVID-20, 21,22,23…. cada vez más graves.
En un encuentro virtual desde su casa, la periodista y autora de La doctrina del shock habla sobre cómo las elites están utilizando la crisis del coronavirus como excusa para avanzar en su excluyente hoja de ruta.
Para el filósofo y lingüista Noam Chomsky, la primera gran lección de la actual pandemia es que estamos ante “otro fallo masivo y colosal de la versión neoliberal del capitalismo”, que en el caso de Estados Unidos está agravado por la naturaleza de los “bufones sociópatas que manejan el Gobierno” liderado por Donald Trump.
Desde su casa de Tucson (Arizona) y lejos de su despacho en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), desde el que cambió para siempre el campo de la lingüística, Chomsky repasa en una entrevista con Efe las consecuencias de un virus que deja claro que los gobiernos están siendo “el problema y no la solución”.
Pregunta: ¿Qué lecciones positivas podemos extraer de la pandemia?
Respuesta: La primera lección es que estamos ante otro fallo masivo y colosal de la versión neoliberal del capitalismo. Si no aprendemos eso, la próxima vez que pase algo parecido va a ser peor. Es obvio después de lo que ocurrió tras la epidemia del SARS en 2003. Los científicos sabían que vendrían otras pandemias, probablemente de la variedad del coronavirus. Hubiese sido posible prepararse en aquel punto y abordarlo como se hace con la gripe. Pero no se ha hecho.
Las farmacéuticas tenían recursos y son superricas, pero no lo hacen porque los mercados dicen que no hay beneficios en prepararse para una catástrofe a la vuelta de la esquina. Y luego viene el martillo neoliberal. Los Gobiernos no pueden hacer nada. Están siendo el problema y no la solución.
Estados Unidos es una catástrofe por el juego que se traen en Washington. Saben cómo culpar a todo el mundo excepto a ellos mismos, a pesar de que son los responsables. Somos ahora el epicentro, en un país que es tan disfuncional que ni siquiera puede proveer de información sobre la infección a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
P: ¿Qué opina de la gestión de la administración Trump?
R: La manera en la que esto se ha desarrollado es surrealista. En febrero la pandemia estaba ya haciendo estragos, todo el mundo en Estados Unidos lo reconocía. Justo en febrero, Trump presenta unos presupuestos que merece la pena mirar. Recortes en el Centro de Prevención y Control de Enfermedades y en otras partes relacionadas con la salud. Hizo recortes en medio de una pandemia e incrementó la financiación de las industrias de energía fósil, el gasto militar, el famoso muro…
Todo eso te dice algo de la naturaleza de los bufones sociópatas que manejan el Gobierno y que el país está sufriendo. Ahora buscan desesperadamente culpar a alguien. Culpan a China, a la OMS… y lo que han hecho con la OMS es realmente criminal. ¿Dejar de financiarla? ¿Qué significa eso? La OMS trabaja en todo el mundo, principalmente en países pobres, con temas relacionados con la diarrea, la maternidad… ¿Entonces qué están diciendo? “Vale, matemos a un montón de gente en el sur porque quizás eso nos ayude con nuestras perspectivas electorales”. Eso es un mundo de sociópatas.
P: Trump empezó negando la crisis, dijo incluso que era un bulo demócrata… ¿Puede ser esta la primera vez que a Trump le han vencido los hechos?
R: A Trump hay que concederle un mérito… Es probablemente el hombre más seguro de sí mismo que ha existido nunca. Es capaz de sostener un cartel que dice “os amo, soy vuestro salvador, confiad en mí porque trabajo día y noche para vosotros” y con la otra mano apuñalarte en la espalda. Es así cómo se relaciona con sus votantes, que lo adoran independientemente de lo que haga. Y recibe ayuda por un fenómeno mediático conformado por Fox News, Rush Limbaugh, Breitbart… que son los únicos medios que miran los republicanos.
Si Trump dice un día “es solo una gripe, olvidaos de ella”, ellos dirán que sí, que es una gripe y que hay que olvidarse. Si al día siguiente dice que es una pandemia terrible y que él fue el primero en darse cuenta, lo gritarán al unísono y dirán que es la mejor persona de la historia.
A la vez, él mismo mira Fox News por las mañanas y decide qué se supone que tiene que decir. Es un fenómeno asombroso. Rupert Murdoch, Limbaugh y los sociópatas de la Casa Blanca están llevando el país a la destrucción.
P: ¿Puede esta pandemia cambiar la manera en la que nos relacionamos con la naturaleza?
R: Eso depende de la gente joven. Depende de cómo la población mundial reaccione. Esto nos podría llevar a estados altamente autoritarios y represivos que expandan el manual neoliberal incluso más que ahora. Recuerde: la clase capitalista no cede. Piden más financiación para los combustibles fósiles, destruyen las regulaciones que ofrecen algo de protección… En medio de la pandemia en EEUU se han eliminado normas que restringían la emisión de mercurio y otros contaminantes… Eso significa matar a más niños estadounidenses, destruir el medio ambiente. No paran. Y si no hay contrafuerzas, es el mundo que nos quedará.
P: ¿Cómo queda el mapa de poder en términos geopolíticos despúes de la pandemia?
R: Lo que está pasando a nivel internacional es bastante chocante. Está eso que llaman la Unión Europea. Escuchamos la palabra “unión”. Vale, mira Alemania, que está gestionando la crisis muy bien… En Italia la crisis es aguda… ¿Están recibiendo ayuda de Alemania? Afortunadamente están recibiendo ayuda, pero de una “superpotencia” como Cuba, que está mandado médicos. O China, que envía material y ayuda. Pero no reciben asistencia de los países ricos de la Unión Europea. Eso dice algo…
El único país que ha demostrado un internacionalismo genuino ha sido Cuba, que ha estado siempre bajo estrangulación económica por parte de EE.UU. y por algún milagro han sobrevivido para seguir mostrándole al mundo lo que es el internacionalismo. Pero esto no lo puedes decir en EE.UU. porque lo que has de hacer es culparles de violaciones de los derechos humanos. De hecho, las peores violaciones de derechos humanos tienen lugar al sudeste de Cuba, en un lugar llamado Guantánamo que Estados Unidos tomó a punta de pistola y se niega a devolver.
Una persona educada y obediente se supone que tiene que culpar a China, invocar el “peligro amarillo” y decir que los chinos vienen a destruirnos, nosotros somos maravillosos.
Hay una llamada al internacionalismo progresista con la coalición que empezó Bernie Sanders en Estados Unidos o Varoufakis en Europa. Traen elementos progresistas para contrarrestar el movimiento reaccionario que se ha forjado desde la Casa Blanca (…) de la mano de estados brutales de Oriente Medio, Israel (…) o con gente como Orban o Salvini, cuyo disfrute en la vida es asegurarse de que la gente que huye desesperadamente de África se ahoga en el Mediterráneo.
Pones todo ese “reaccionarismo” internacional en un lado y la pregunta es… ¿serán contrarrestados? Y solo veo esperanza en lo que ha construido Bernie Sanders.
P: Que ha perdido…
R: Se dice comúnmente que la campaña de Sanders fue un fracaso. Pero eso es un error total. Ha sido un enorme éxito. Sanders ha conseguido cambiar el ámbito de la discusión y la política y cosas muy importantes que no se podían mencionar hace un par de años ahora están en el centro de discusión, como el Green New Deal, esencial para la supervivencia.
No le han financiado los ricos, no ha tenido apoyo de los medios… El aparato del partido ha tenido que manipular para evitar que ganase la nominación. De la misma manera que en Reino Unido el ala derecha del Partido Laborista ha destruido a Corbyn, que estaba democratizando el partido en una manera que no podían soportar.
Estaban dispuestos hasta a perder las elecciones. Hemos visto mucho de eso en EE.UU., pero el movimiento permanece. Es popular. Está creciendo, son nuevos… Hay movimientos comparables en Europa, pueden marcar la diferencia.
P: ¿Qué cree que pasará con la globalización tal y como la conocemos?
R: No hay nada malo con la globalización. Está bien ir de viaje a España, por ejemplo. La pregunta es qué forma de globalización. La que se ha desarrollado ha sido bajo el neoliberalismo. Es la que han diseñado. Ha enriquecido a los más ricos y existe un enorme poder en manos de corporaciones y monopolios. También ha llevado a una forma muy frágil de economía, basada en un modelo de negocio de la eficiencia, haciendo las cosas al menor coste posible. Ese razonamiento te lleva a que los hospitales no tengan ciertas cosas porque no son eficientes, por ejemplo.
Ahora el frágil sistema construido está colapsando porque no puede lidiar con algo que ha salido mal. Cuando diseñas un sistema frágil y centralizas la manufacturación y la producción solo en un lugar como China… Mira Apple. Hace enormes beneficios, de los que pocos se quedan en China o en Taiwán. La mayor parte de su negocio va a parar a donde probablemente han puesto una oficina del tamaño de mi estudio, en Irlanda, para pagar pocos impuestos en un paraíso fiscal.
¿Cómo es que pueden esconder dinero en paraísos fiscales? ¿Es eso parte de la ley natural? No. De hecho en Estados Unidos, hasta Reagan, era algo ilegal. Igual que las compraventas de acciones. (…) ¿Eran necesarias? Lo legalizó Reagan.
Todo ha sido diseñado, son decisiones… que tienen consecuencias que hemos visto a lo largo de los años y una de las razones por las que encuentras lo que se ha mal llamado “populismo”. Mucha gente estaba enfadada, resentida y odiaba al gobierno de forma justificada. Eso ha sido un terreno fértil para demagogos que podían decir: soy tu salvador y los inmigrantes esto y lo otro.
P: ¿Cree que, tras la pandemia, Estados Unidos estará más cerca de una sanidad universal y gratuita?
R: Es muy interesante ver esa discusión. Los programas de Sanders, por ejemplo, sanidad universal, tasas universitarias gratuitas… Lo critican en todo el espectro -ideológico-. Las críticas más interesantes vienen de la izquierda. Los columnistas más liberales del New York Times, CNN y todos ellos… Dicen que son buenas ideas, pero no para los estadounidenses.
La sanidad universal está en todas partes. En toda Europa de una forma u otra. En países pobres como Brasil, México… ¿Y la educación universitaria gratuita? En todas partes… Finlandia, Alemania, México… en todos lados. Así que lo que dicen los críticos en la izquierda es que Estados Unidos es una sociedad tan atrasada que no se puede poner a la altura del resto del mundo. Y te dice bastante de la naturaleza, la cultura y de la sociedad.
Autora:
Tania Ricaldi Arévalo (CESU-UMSS, GTCCJ), Bolivia
Edición:
Tania Ricaldi Arévalo (CESU-UMSS, GTCCJ), Bolivia
Jorge Krekeler (Almanaque del Futuro, GTCCJ), Bolivia
Joilson Costa e Ivo Poletto (FMCJS), Brasil
Esta es una publicación del Grupo de Trabajo Cambio Climático y Justicia – GTCCJ (Bolivia), Movimiento Ciudadano frente al Cambio Climático – MOCICC (Perú) y Fórum Mudanças Climáticas e Justiça Socioambiental – FMCJS (Brasil), con el apoyo de KZE MISEREOR (Alemania).
Esta publicación tiene por objetivo reflejar las realidades energéticas nacionales, de Brasil, Perú y Bolivia, tanto desde aspectos técnicos como sociales, económicos y políticos, matizados por reflexiones y análisis críticos que expresan la preocupación de entender esta realidad a la luz de los escenarios energéticos nacionales, pero, en un contexto mundial, en el cual cobra relevancia el debate sobre los patrones de producción y consumo y la actual crisis global; de la cual los países no están al margen, ya que la base energética son las fuentes fósiles y se produce para saciar la demanda o adicción energética en el marco de lógicas mercantiles, de dominación y de ganancia que alimentan el actual modelo capitalista depredador e inmoral.
La crisis energética y las múltiples crisis que atrapan hoy a la humanidad, son manifestaciones del agotamiento de este y otros estilos de desarrollo hegemónicos, los cuales no han tomado en cuenta los límites naturales, y que apuestan a una lógica de dominación, de crecimiento perpetuo y acumulación ilimitada, desconociendo la finitud de los recursos naturales, de los bienes comunes, base del sustento de la vida.
El número de personas infectadas sigue aumentando lentamente entre el Río Grande y Tierra del Fuego, pero una mirada a Europa muestra lo que le espera a este continente y a su gente, pero de manera amplificada, ya que las vulnerabilidades y las capacidades son profundamente distintas.
En estos momentos, a menudo me preguntan cuándo el Corona “terminará” y todo volverá a la normalidad. Mi respuesta: nunca. Hay momentos históricos en los que el futuro cambia de dirección. Los llamamos bifurcaciones, crisis profundas. Estos tiempos son ahora.
El mundo tal como lo conocemos se está disolviendo. Pero detrás de esto viene un mundo nuevo, cuya formación podemos imaginar al menos. Para esto, me gustaría ofrecerle un ejercicio con el que hemos tenido buenas experiencias en los procesos de visión en las empresas. Lo llamamos RE Gnose. A diferencia del PRO Gnose (pronóstico), no miramos hacia el futuro con esta técnica. Sino miramos desde el futuro hacia atrás, hasta hoy. ¿Suena loco? Probémoslo:
La re-gnosis: nuestro mundo en otoño de 2020
Imaginemos una situación en otoño, digamos septiembre de 2020. Estamos sentados en un café callejero en una gran ciudad. Hace calor y la gente se mueve de nuevo en la calle. ¿Se mueven de manera diferente? ¿Es todo igual que antes? ¿Saben el vino, el cóctel y el café como solían hacerlo? ¿Como antes de Corona? ¿O incluso mejor? Mirando hacia atrás, ¿de qué nos sorprenderá?
Nos sorprenderá que los sacrificios sociales que tuvimos que hacer rara vez conducen al aislamiento. Por el contrario. Después del choque inicial, muchos incluso se sintieron aliviados de que el mucho correr, los discursos y comunicaciones en varios canales se detuvieran de repente. Renunciar a algo no necesariamente significa pérdida, sino incluso puede abrir nuevas posibilidades. Algunos ya han experimentado esto, por ejemplo, intentando ayunar a intervalos, y de repente volvieron a disfrutar de la comida nuevamente. Paradójicamente, la distancia física que el virus forzó también creó una nueva cercanía. Conocimos a personas que nunca hubiéramos conocido de otra manera. Contactamos a viejos amigos con más frecuencia, fortaleciendo los lazos que se habían distanciados. Las familias, los vecinos, los amigos se han acercado y, a veces, incluso han resuelto conflictos ocultos.
La cortesía social que antes extrañábamos cada vez más aumentó. Ahora, en otoño de 2020, hay un estado de ánimo completamente diferente en los juegos de fútbol que en la primavera, cuando había mucha rabia masiva. Nos preguntamos por qué es así.
Nos sorprenderá la rapidez con que las técnicas culturales digitales de repente han dado buenos resultados en la práctica. La teleconferencia y la videoconferencia, a la que la mayoría de los colegas siempre se habían resistido (el vuelo en clase ejecutiva era mejor), resultaron ser bastante prácticas y productivas. Los maestros aprendieron mucho sobre la enseñanza por internet. La oficina en el hogar se convirtió en algo natural para muchos, incluida la improvisación y el malabarismo del tiempo que conlleva.
Al mismo tiempo, las técnicas culturales aparentemente obsoletas experimentaron un renacimiento. De repente no solo se reportó el contestador automático cuando llamaste, sino personas reales. El virus generó una nueva cultura de largas llamadas telefónicas sin una segunda pantalla. Los “mensajes” en sí mismos de repente cobraron un nuevo significado. Realmente te comunicaste de nuevo. Esto creó una nueva cultura de accesibilidad. El compromiso.
Las personas que nunca llegaron a descansar debido al ritmo agitado, incluidos los jóvenes, de repente salieron a caminar (una palabra que anteriormente era una palabra extranjera). Leer libros de repente se convirtió en un culto.
Los reality shows de repente parecían incómodos. Toda la basura trivial, la basura del alma infinita que fluyó a través de todos los canales. No, no desapareció por completo. Pero estaba perdiendo valor rápidamente.
¿Alguien puede recordar las disputas de lo políticamente correcto? El número infinito de guerras culturales sobre … ¿de qué se trataba todo esto?
Las crisis funcionan principalmente por disolver viejos fenómenos, haciéndolos superfluos …El cinismo, esta forma casual de mantener al mundo alejado por la devaluación, fue repentinamente “out”. La exageración del miedo a la histeria en los medios se mantuvo, después de un breve primer brote, dentro de ciertos límites. Además, la serie infinita de películas de crímenes crueles alcanzó su punto de inflexión.
Nos sorprenderá que los medicamentos que aumentaron la supervivencia finalmente se encontraron en verano. Esto redujo la tasa de mortalidad y Corona se convirtió en un virus con el que solo tenemos que lidiar, al igual que la gripe y muchas otras enfermedades. El progreso médico ayudó. Pero también aprendimos que el factor decisivo no fue tanto la tecnología, sino el cambio en el comportamiento social. El factor decisivo fue que la gente podía permanecer solidaria y constructiva a pesar de las restricciones radicales. La inteligencia humano-social ha ayudado. La tan preciada inteligencia artificial, que se sabe que es capaz de resolver todo, solo ha tenido un efecto limitado en Corona.
Esto ha cambiado la relación entre tecnología y cultura. Antes de la crisis, la tecnología parecía ser la panacea, la portadora de todas las utopías. Nadie, o solo unas pocas personas de cabezas duras, todavía creen en la gran redención digital de hoy. La gran exageración tecnológica ha terminado. Nuevamente estamos volviendo nuestra atención a las preguntas humanas: ¿Qué es el hombre? ¿Qué somos el uno para el otro?
Nos asombra ver cuánto humor y humanidad surgió realmente en los días del virus. Nos sorprenderá hasta qué punto la economía podría contraerse sin que ocurra algo como el “colapso”, que se invocó antes de cada pequeño aumento de impuestos y cada intervención gubernamental. Aunque hubo un “abril negro”, una profunda recesión económica y una caída del 50 por ciento en el mercado de valores, a pesar de que muchas empresas se declararon en quiebra, se redujeron o mutaron en algo completamente diferente, nunca llegó a cero. Como si la economía fuera un ser que respira y que también puede adormecer o dormir e incluso soñar.
Hoy en otoño, hay una economía global nuevamente. Pero la producción global justo a tiempo, con enormes cadenas de valor ramificadas, en las que se transportan millones de piezas individuales en todo el planeta, se ha vuelto obsoleto. Actualmente se está desmantelando y reconfigurando. Las instalaciones de almacenamiento provisional, depósitos y reservas están creciendo nuevamente en todas partes en las instalaciones de producción y servicio. Las producciones locales están en auge, las redes se vuelven más locales y las artesanías están experimentando un renacimiento. El sistema global se dirige hacia la globalocalización: lo local de lo global.
Nos sorprenderá que incluso la pérdida de activos debido a la caída del mercado de valores no duele como se sintió al principio. En el nuevo mundo, la riqueza de repente ya no juega un papel decisivo. Los buenos vecinos y un floreciente huerto son más importantes.
¿Podría ser que el virus ha cambiado nuestras vidas en una dirección que quería cambiar de todos modos?
RE-Gnose: lidiando con el presente a través de un salto hacia el futuro
¿Por qué este tipo de “desde el escenario frontal” parece tan irritantemente diferente de un pronóstico clásico? Esto está relacionado con las propiedades específicas de nuestro sentido futuro. Cuando miramos “hacia el futuro”, en su mayoría solo vemos los peligros y problemas “que vienen hacia nosotros” y que se acumulan formando barreras insuperables. Como una locomotora que sale del túnel y nos atropella. Esta barrera del miedo nos separa del futuro. Es por eso que los futuros de horror son siempre los más fáciles de representar.
Por otro lado, los re-gnosis forman un ciclo de conocimiento, en el que nos incluimos a nosotros mismos, nuestro cambio interno, en el cálculo futuro. Nos conectamos internamente con el futuro, y esto crea un puente entre hoy y mañana. Se crea una “mente futura”.
Si lo haces bien, se crea algo como inteligencia del futuro. Somos capaces de anticipar no solo los “eventos” externos, sino también las adaptaciones internas con las que reaccionamos ante un mundo cambiado.
Eso se siente muy diferente de un pronóstico que siempre tiene algo muerto, estéril en su carácter apodíctico. Dejamos la rigidez del miedo y volvemos a la vitalidad que pertenece a cada futuro verdadero.
Todos conocemos la sensación de superar con éxito el miedo. Cuando vamos al dentista para recibir tratamiento, estamos preocupados con mucha anticipación. Perdemos el control en la silla del dentista y duele antes de que duela de verdad. Al anticipar este sentimiento, aumentamos nuestros miedos que pueden abrumarnos por completo. Sin embargo, una vez que hemos sobrevivido al procedimiento, hay una sensación, haber logrado algo bueno: el mundo se ve joven y fresco nuevamente y de repente estamos llenos de entusiasmo por la acción.
Neurobiológicamente, el miedo a la adrenalina es reemplazado por dopamina, un tipo de droga endógena para el futuro. Mientras que la adrenalina nos lleva a huir o luchar (que no es realmente productivo en la silla del dentista, ni en la lucha contra la corona), la dopamina abre nuestras sinapsis cerebrales: estamos entusiasmados con lo que está por venir, curiosos, previsores. Cuando tenemos un nivel saludable de dopamina, hacemos planes, tenemos visiones que nos llevan a la acción prospectiva.
Sorprendentemente, muchos experimentan exactamente esto en la crisis de Corona. Una pérdida masiva de control de repente se convierte en una verdadera intoxicación de lo positivo. Después de un período de desconcierto y miedo, surge una fuerza interior. El mundo “termina”, pero en la experiencia de que todavía estamos allí, surge una especie de nuevo ser en su interior.
En medio del cierre de la civilización, corremos por bosques o parques, o por espacios casi vacíos. Pero esto no es un apocalipsis, sino un nuevo comienzo.
Así es como resulta: el cambio comienza como un patrón cambiado de expectativas, percepciones y conexiones mundiales. A veces es precisamente la ruptura con las rutinas, lo familiar, lo que libera nuestro sentido del futuro nuevamente. La idea y la certeza de que todo podría ser completamente diferente, incluso mejor.
Incluso podemos sorprendernos de que Trump sea no votado en noviembre. La AFD1 (Partido radical de la derecha en Alemania) muestra fenómenos de deshilache graves porque una política maliciosa y divisiva no encaja en un mundo corona. La crisis de Corona dejó en claro que aquellos que quieren incitar a las personas unos contra otros no tienen nada que contribuir a preguntas reales sobre el futuro. Cuando las cosas se ponen serias, queda claro lo destructivo que representa el populismo.
La política en su sentido original como la formación de responsabilidades sociales le dio a esta crisis una nueva credibilidad, una nueva legitimidad. Precisamente porque tenía que actuar “autoritariamente”, la política creó confianza en lo social. La ciencia también experimentó un renacimiento asombroso en la crisis. Los virólogos y epidemiólogos se convirtieron en estrellas de los medios, pero también filósofos, sociólogos, psicólogos y antropólogos “futuristas”, que anteriormente estaban al margen de los debates polarizados, recuperaron su voz y peso.
Sin embargo, las noticias falsas perdieron rápidamente valor de mercado. Las teorías de conspiración también parecían de repente como pan viejo, a pesar de que se ofrecían como cerveza agria.
Un virus como acelerador de la evolución
Las crisis profundas también apuntan a otro principio básico de cambio: la síntesis de tendencia y contratendencia.
El nuevo mundo después de Corona, o mejor con Corona, surge de la interrupción de la megatendencia de la conectividad. Política y económicamente, este fenómeno también se llama “globalización”. La interrupción de la conectividad, a través del cierre de fronteras, separaciones, ejecuciones hipotecarias, cuarentenas, no conduce a la abolición de las conexiones, sino a una reorganización de las conexiones que mantienen unido nuestro mundo y llevarlo al futuro. Hay un salto de fase en los sistemas socioeconómicos.
El mundo por venir apreciará la distancia nuevamente, y esto hará que la conexión sea más cualitativa. La autonomía y la dependencia, apertura y cierre, se reequilibran. Esto puede hacer que el mundo sea más complejo, pero también más estable. Esta transformación es en gran medida un proceso evolutivo ciego, porque uno falla, prevalece lo nuevo y viable. Al principio, esto te marea, pero luego muestra su significado interno: lo que conecta las paradojas en un nuevo nivel es sostenible.
Este proceso de “complejización”, que no debe confundirse con una complicación, también puede ser diseñado conscientemente por las personas. Los que puedan, que hablen el lenguaje de la próxima complejidad, serán los líderes del mañana. Los portadores de esperanza. Las próximas Gretas.
“A través de Corona adaptaremos toda nuestra actitud hacia la vida, en el sentido de nuestra existencia como seres vivos en medio de otras formas de vida”.
Slavo Zizek, en el apogeo de la crisis de la corona a mediados de marzo
Cada crisis profunda deja una historia, una narrativa que apunta lejos en el futuro. Una de las visiones más fuertes dejadas por el virus corona son los italianos que hacen música en los balcones. La segunda visión nos la envían imágenes satelitales que muestran de repente las áreas industriales de China e Italia libres de smog. En 2020, las emisiones humanas de CO2 caerán por primera vez. Ese hecho nos hará algo.
Si el virus puede hacer eso, ¿Nosotros posiblemente lo podemos hacerlo también? Quizás el virus era solo un mensajero del futuro. Su mensaje drástico es: la civilización humana se ha vuelto demasiado densa, demasiado rápida, sobrecalentada. Está corriendo demasiado en una determinada dirección en la que no hay futuro.
Pero puede reinventarse.
Reinicio del sistema. (Reset) ¡Cálmate! (Cool down) ¡Música en los balcones!
Christian Felber, reconocido economista austriaco, expuso su conferencia “La Economía del Bien Común” en la Feria del Libro de Chihuahua (FELICH) 2018, en donde recalcó los principios del nuevo sistema económico que propone, basado en el balance entre la competencia y la cooperación.
Conoce más sobre este interesante modelo económico.
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CRÉDITOS:
Entrevistador: Pedro Carrera | Referente.mx
Cámaras: Luis Aguilar & Danna Valenzuela | Referente.mx