Todo empezó cuando la Fundación Muyu Chakana, en plena pandemia decide no poner curitas a las heridas más grandes o sea entregar semillas nativas y fomentar huertas familiares en vez de repartir canastas de comida. Huertas y semillas nativas que cambian vidas, jóvenes expandilleros e indígenas en vías de convertirse en semilleristas y permacultores, comprendiendo la verdadera importancia de las semillas nativas autóctonas y criollas.



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