A propósito de la Renta Básica Universal : la renta básica es un monto de dinero que se entrega de forma periódica y sin condiciones, a todas las personas residentes de una comunidad para garantizar su subsistencia económica. Es decir, la RBU supone ser universal, individual, e incondicional.
La Red de Guardianes de Semillas (RGS) en Ecuador, aceptó la invitación de Misereor, agencia alemana de cooperación al bienestar y transición social, ecológica y económica, para implementar un proyecto piloto de renta básica (RB+) en el país. La RGS identificó a 60 personas, quienes durante 2 años reciben una renta mensual de 250 dólares, sin condicionamientos en torno al uso de estos recursos.
Una particularidad en el enfoque de este proyecto es que han sido personas guardianes de semillas, quienes propusieron compañerxs de sus entornos locales, quienes han demostrado interés en avanzar hacia una transición regenerativa, de sustentabilidad y del Bien Común.
LA PROVINCIA VERDE
Esmeraldas, territorio costero de Ecuador, donde los bosques del Chocó se encuentran con el océano Pacífico, es hogar de los manglares, fundamentales para la biodiversidad marina y terrestre. Sin embargo, una serie de desigualdades estructurales profundizadas durante décadas, conlleva a que sean parte de lo cotidiano, múltiples formas de violencia. Sostener procesos colectivos, por tanto, es todo un desafío, como nos cuentan Yor Fletcher y Cris Reyes, quienes llegaron a Caimito, localidad costera esmeraldeña, hace 21 años, y se han dedicado a diversidad de proyectos asociativos y cooperativos para la producción de cacao agroecológico, turismo, entre otros. Uno de los cambios principales que observa la pareja es que mientras las horas del día giran en torno al celular, la cultura de "cambia manos" o minga, se va perdiendo. El proyecto de RB+, para el cual se ha conformado un grupo local que vincula compañerxs de Caimito y Muisne, busca recuperar la práctica de colaborarse.
RUTAS DE VIDA
Gino Rojas y Fabio Estrada son amigos desde la escuela. Ambos nacieron en Muisne, una isla en la costa pacífica de Ecuador. Luego se separaron los senderos de sus vidas. Gino se dedicó a estudiar y trabajó en diferentes oficios, también en la administración pública. Fabio, buscando mejores condiciones migró como tanta gente a la capital, Quito, para trabajar como obrero. Regresaron después de muchos años a su pueblo natal, decepcionados de la vida en la ciudad. Hoy ambos coinciden en que el desafío es tratar de independizarse. “Prefiero vivir aquí”, dice Gino, “producir comida y vivir tranquilo en vez de trabajar para otros y tener que comprar todo”.
SER, EN LUGAR DE QUERER TENER
Gino vive en una casita prestada por su vecino mientras construye la suya en la parte trasera de un terreno que fue heredado por su abuelo, y que se ha ido fragmentando significativamente con el paso de las generaciones. Vender la tierra en el campo, en la ruralidad, es un sacrificio común para ir a la ciudad. La superficie que Gino heredó son cuatro hectáreas y media. “Todos queremos tener sin salir de nuestra zona de confort”, indica Gino y continúa: “pero el sueldo que ganas no te permite llegar a ninguna parte”. En 2017 tomó la decisión de vivir en la finca, dedicándose a la agricultura. “Inicialmente, mi idea fue sembrar palma de coco en monocultivo. Ya había sembrado 200 palmeras cuando me invitaron a participar en el Festival de Madre Semilla en Manabí, organizado por la Red de Guardianes de Semillas. Los conocimientos e impulsos que me traje de este evento me hicieron cambiar de enfoque y a partir de allí opté por crear un bosque comestible”.
Muisne, alguna vez isla de bosques acobijados por manglares, ahora está rodeada por camaroneras y monocultivos de palma africana. Esto ha provocado que proliferen las plagas, y el uso de agroquímicos para “curar las palmas”. El único que contradice esta práctica es Gino, quien siembra una gran variedad de árboles frutales y nutre el suelo con su propia receta de fermento natural. Así ha logrado frenar la epidemia. “
Siempre hubo franjas de coco”- observa Yor Fletcher en el documental sobre
Guardianes del Coco y el Manglar -
“pero estuvo acompañado por un sistema biodiverso detrás. Había un equilibrio.”
El sueño de Gino es restaurar la soberanía alimentaria que anteriormente caracterizaba al ecosistema local: “Estar debajo de los arbolitos, comiendo los frutos de cada temporada”. Su bosque comestible, poblado de diversidad de frutas tropicales, es reflejo de los intercambios con compañerxs de la Red de Guardianes de Semillas y de la Clínica Ambiental, otro colectivo permacultural de la Amazonía del Ecuador. “Ya me falta poco para terminar mi casa y así irme a vivir a mi finca; tengo hasta identificado los árboles delante de mi casita donde colgar la hamaca”, comparte Gino. El sustento económico de la finca, además de producir alimentos, es la venta de aceite de coco, procesado de manera artesanal y de cocadas, una suerte de coco raspado, servido en la concha del coco, lo cual genera valor agregado y evita plásticos – ¡un manjar!
ANTES TOCABA SALIR A BUSCAR TRABAJO
“Sino hubiera participado en el proyecto de la renta básica, hubiera tenido que salir a buscar trabajo remunerado para poder cumplir con mis responsabilidades”. Gino tiene una hija que pronto terminará sus estudios de colegio a quien envía dinero cada mes. “No podría vivir en la finca, dedicarme a lo que amo”. Ha comprado su tiempo y lo invierte como semilla. “Al principio me desesperaba, porque quería todo así rápido. Pero luego aprendes que hay un tiempo para eso, y una luna también.” Las palmas de coco y algunos de los árboles frutales empiezan a cargar y van a garantizar, cada vez más, el sustento y la autonomía económica de Gino.
HAGO LO QUE ME GUSTA
Cruzando la playa, de visita donde Fabio, nos cuenta un poco sobre su vida. Vivió casi diez años en Quito, donde sostuvo, junto a su familia un restaurante. Pero la vida en la ciudad no le gustaba, extrañaba la naturaleza: “porque tú puedes tener un trabajo estable, pero no la tranquilidad”. Con sus hijos Miguel y Daniel, ya adolescentes, regresó a su pueblo natal, Muisne. “Ahora hago lo que me gusta: vivir tranquilo, producir mi propia comida y decidir sobre mi tiempo, eso es bienestar”. La renta básica ha sido el último empujón que le faltaba a Fabio para regresar al manglar, la playa, las tortugas marinas. La sección local del Ministerio de Ambiente lo nombró voluntario, ya que sabe más de las tortugas marinas, de su anidación y del proceso de la eclosión que los mismos funcionarios.
Fabio ha invertido los recursos de la renta básica en la construcción de dos cabañas para el hospedaje y alimentación de turistas: su proyecto se llama Muisne Exótico. No le queda duda de que el turismo y la producción de alimentos le permitirá mantener una estabilidad económica. La madre de Fabio también volvió de Quito; Doña Francisca es una de las mejores conocedoras de la cocina local y, junto con Fabio reciben cada fin de semana comensales en la playa para atenderlxs con platos típicos esmeraldeños. Casi todo lo que se ofrece es producido en el lugar: el jugo es de frutas de la huerta, las conchas salen del manglar y el pescado lo pescan con frecuencia, Fabio y sus hijos, en el río que separa la isla del continente.
MANEJA TU TIEMPO SIN PREOCUPACIÓN
“Cuando tienes un proyecto de vida bien claro, el apoyo de la renta básica te ayuda un montón”, explica Fabio. Compró herramientas y buena parte de la madera de las cabañas lo ha reciclado de los troncos gruesos de árboles que el mar arroja en sus levas. Tiene un talento de reconocer potenciales y se da modo de aprovecharlos. En la parte de su finca que colinda con el manglar ha construido con poco trabajo e intervención una camaronera ecológica, una piscina natural con un pequeño dique que permite que la marea salubre entre y salga.
Sus hijos, como adolescentes en casi todas partes, gustan de usar un celular inteligente; pero a la vez ven la convicción de su padre y participan a menudo. Uno de los lujos que ha posibilitado el proyecto es que Fabio tenga la disponibilidad de caminar cada día con ellos 4 km hacia la escuela. Esto es excepcional en un contexto, donde bandas criminales se nutren de menores de edad, fracturando el tejido social.
Un proyecto, aún pendiente para Fabio y su familia es la compra de una canoa un poco más grande para poder llevar a los turistas de pesca al río; con Doña Francisca quieren ofrecer también cursos culinarios donde los visitantes pueden aprender cómo se preparan los manjares de la cocina afroesmeraldeña.
Fabio lo lleva al punto: “Alimentarse bien, preocuparse poco y controlar y manejar tu tiempo sin depender de otros; eso es salud. Para todo esto necesitamos soberanía alimentaria”.
MENSAJES AL FUTURO
La renta básica es un catalizador enorme para llevar a cabo proyectos regenerativos de vida. Al tratarse de proyectos regenerativos impulsan también el bienestar de sus familias, comunidades y ecosistemas.
Ser dueño de su tiempo, de su dedicación es un privilegio que la renta básica, aun cuando limitada en monto y tiempo, puede facilitar para ser sostenido a largo plazo.
La renta básica promueve procesos grupales y dinamiza procesos de capacitación, de intercambio de experiencias y de apoyos mutuos, basados en la reciprocidad.
El texto fue elaborado, basado en visitas y conversaciones en Muisne y Caimito con Gino Rojas y Fabio Estrada, George Fletcher y Cristina Reyes por Michelle Ruiz, coordinadora del proyecto piloto RB+ de la RGS y Jorge Krekeler, coordinador del Almanaque del Futuro (facilitador de Misereor por encargo de Agiamondo) en marzo de 2024. Muchas gracias a Gino, Fabio, Yor y Cris por su tiempo, cariño y apertura ante nuestra visita. Gracias también a Michelle Ruiz por haber aceptado la co-autoría y por su la complicidad de atrapar los senderos de la motivación.
Autores: Michelle Ruiz michellerzand@gmail.com y Jorge Krekeler jorge.krekeler@posteo.de
Diseño: Ida Peñaranda - Gabriela Avendaño Fotografías: Michelle Ruiz - Jorge Krekeler
Datos de contacto en cuanto a la experiencia documentada:
Gino Rojas
WhatsApp: +593-991333463
Fabio Estrada
WhatsApp: +593-992306308
Facebook: Muisne exótico
Red de Guardianes de Semillas – RGS
En cuanto a información más detallada en torno al proyecto piloto con la renta básica:
Edición: Agosto 2024
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