«Los desechos orgánicos no son basura» sobre la visita a la planta de compostaje en Tiquipaya
¿Sabes dónde llegan tus desechos orgánicos? ¿Qué pasa con los nutrientes de tus desechos? ¿Se convierte en basura o en tierra fértil? Cuando tiramos a la basura los desechos orgánicos, tiramos también todos los nutrientes, nutrientes que podrían servir para ayudar a crecer otras plantas.
Bolivia genera aproximadamente 7022 toneladas de basura cada día (ver: Página Siete), de las cuales sólo el 4% es reciclado. El 50% de los desperdicios que llegan a los botaderos son residuos orgánicos que podrían ser fácilmente reintegrados al suelo con el debido tratamiento, es por eso que experiencias como la de la Compostera Municipal de Tiquipaya son experiencias positivas importantes para replicar.
El pasado 15 de diciembre, visitamos la planta de compostaje del municipio de Tiquipaya (Cochabamba-Bolivia), una visita organizada por el Grupo de Trabajo Cambio Climático y Justicia GTCCJ Cochabamba. En esta participaron personal administrativo de las alcaldías de Vinto, Colcapirhua, Cochabamba, Tiquipaya, personal de la Empresa Municipal de Servicios de Aseo EMSA y población interesada en el compostaje y huertos urbanos. En el encuentro surgieron cuestionamientos y propuestas al tema del manejo de la basura; se apuntó a mejorar la educación ambiental a través de difusión masiva en redes sociales, compostaje familiar y por zonas; más políticas de educación y conciencia ambiental.
Lo que se espera al llegar a la planta es el olor, generalmente se relaciona «basura» con «mal olor». En este caso la planta de compostaje no desprende olores fétidos u olores desagradables, lo cual es una buena señal de que la composta que ahí se produce es bien manejada.
La planta de compostaje de Tiquipaya está ubicada en el parque Khora y tiene una superficie de 5157 m2, actualmente cuenta con capacidad para recibir de 7 a 8 toneladas de desechos por día y producir 600 m3 de compost al año. Tiquipaya produce 40 toneladas de residuos sólidos del cual sólo una parte es aprovechada en la planta de compostaje. La misma recibe desperdicios de los mercados, podas, estiércol, restos de jardines y restos domiciliarios de cocina.

La planta es semi mecanizada y con ayuda de profesionales, técnicos y maquinaria procesan desechos diariamente. Se trata de un proceso que dura aproximadamente 3 meses y comienza con la recepción de los residuos orgánicos, esto incluye realizar el trabajo de selección ya que aún no tenemos una cultura de separación de la basura y se pueden encontrar desperdicios que no pueden ser procesados en la planta. Solo el 12% de los desechos que se reciben es de procedencia de la separación de la basura diferenciada. Los técnicos reconocen que falta mucho para lograr que la población asimile y adopte prácticas más responsables al momento de separar la basura. Además las pocas personas que separan la basura se encuentran con que el recogedor de la basura «lo va a mezclar de todos modos».


El tratamiento que se le da a los residuos es simple, se mezclan partes iguales de materia verde y materia seca, esta mezcla se deposita en la zona de aireación forzada en forma de pilas o hileras de 2,50 m de ancho, 15 m de largo y 1,80m de altura. Formar una pila toma unos 10 días aproximadamente.
La aireación es muy importante en el proceso de descomposición, y en un esfuerzo de evitar «voltear» las pilas se instalaron tubos que inyectan aire.
El compostaje es un proceso aeróbico ya que los microorganismos que se encargan del proceso necesitan oxígeno para vivir. Cuando no hay oxígeno la composta empieza a tener un olor no muy agradable porque los microorganismos mueren.

Este método de aireación asegura que la composta tenga suficiente aire.
Se controla constantemente la temperatura y la humedad, el riego también es parte importante de este proceso. El lixiviado producido por estas pilas también es almacenado en tanques y usado nuevamente para regar pilas nuevas. Este proceso de descomposición en las pilas dura aproximadamente de 6 a 7 semanas.
El resultado de esta descomposición será sometido a un cernido para poder separar las partes que no lograron descomponerse en la pilas u otro tipo de basura que no logró separarse en los otros procesos.

El producto final es abono orgánico de primera calidad que es aprovechado por el municipio en áreas verdes, jardines, viveros y agricultura. También se comercializa el abono en 120 bs m3, lastimosamente esto no es suficiente para que la planta sea autosuficiente y ya no dependa del municipio, los técnicos admiten que no es un negocio rentable y que se le da poca importancia al servicio ambiental total que brinda la planta, solo al resultado final.

Los participantes del encuentro cuestionaron a las autoridades presentes por la poca inversión en el funcionamiento, instalación, recojo y almacenamiento de la basura, y más aún el casi inexistente manejo de los residuos orgánicos.
Al mismo tiempo, es cierto que la poca educación ambiental que existe en el país no es suficiente para tratar de forma eficiente el tema de la basura, ya que este tema no debe ser dejado solamente a las autoridades. Debemos apostar al compostaje familiar para una gestión más eficiente de residuos sólidos para que de esta forma sólo los residuos inorgánicos lleguen a nuestros botaderos.
Como ciudadanos es necesario empezar a asumir la responsabilidad del problema, no sólo al momento de separar la basura, también al momento de hacer compras, viajar, comer, etc. Ser conscientes que nuestras elecciones diarias pueden generar más basura de la que la Tierra puede degradar y empezar a hacernos cargo de nuestros propios desechos al hacer compostaje es un paso a una cultura libre de depender de los botaderos municipales que no siempre están bien gestionados. Nosotros decidimos si tiramos a la basura nutrientes de los residuos o si los reincorporamos al suelo y lo enriquecemos, los desechos orgánicos no son basura.